La soldadura de forja, fuerte y blanda, tiene una larga historia que abarca desde la Edad del Bronce hasta la actualidad, ayudando considerablemente al desarrollo de los pueblos a través de la historia. En el 1800 Sir Humphry Davy, usando una batería y dos electrodos de carbono, consiguió producir el primer arco eléctrico; después, con el desarrollo de la electricidad y el invento de la soldadura eléctrica por Joule sobre el 1840, y el invento y patente por Eliu Thomson en 1877 de un proceso de soldadura eléctrica usando un transformador, se dieron los primeros pasos con la soldadura eléctrica que era considerada como un sistema sucio e innoble con el que derritiendo metal entre dos piezas estas se podían unir de una forma más o menos segura. Sin embargo, poco a poco este sistema fue demostrando su rentabilidad y fiabilidad haciendo que su uso se fuese propagando, especialmente a inicios del siglo XX, a construcciones de responsabilidad cada vez con mayor fuerza, de manera que actualmente es considerada una ciencia en la que se involucran los más complejos procesos industriales como la física del arco, la física del plasma, el electromagnetismo, la teoría de los fluidos, la robótica, la metalurgia, la ingeniería eléctrica, la ingeniería electrónica, la ingeniería química y la ingeniería mecánica.
Pitágoras, al finalizar una larga estancia de 22 años en los templos Egipcios, regresó a Grecia y fundó la Escuela que lleva su nombre. En ella estableció una filosofía metafísica que integró lo espiritual con lo material, el cielo y la tierra, la filosofía con la política, la astronomía con la ética, la música con la religión, la geometría con la divinidad.
No han pasado cien años del verdadero desarrollo de la soldadura, cuando aparece un hombre, D. Manuel Martínez, que, tal como ha hecho Pitágoras en la antigüedad, integra a la soldadura - aparte de con el trabajo con el que ha estado siempre relacionada como elemento de unión- con el arte y con la música. Así son algunos de sus trabajos, tales como “De Andino y sus baluastres a Chillida y sus mensajes con el viento: Nuevas formas de dialogar con el hierro y el acero (17ª Jornadas Técnica de Soldadura)” y “La Ópera: Forja y soldadura de pasiones (18ª Jornadas Técnicas de Soldadura)”
Quiero brindar este pequeño homenaje a este hombre que ha elevado a la soldadura a un puesto que creo se lo merece. Gracias, D. Manuel.