por Charles Vega Schmidt » Vie Ago 28, 2009 1:46 am
Señor Pelusino,
Le agradezco sus comentarios, no obstante, perdone usted, pero no estoy de acuerdo con respecto a su opinión de que un IWT no tiene relevancia, porque precisamente para la certificación de una empresa de acuerdo con la Norma EN 15085-2, Un IWT "International Welding Technologist" es la persona indicada para actuar como representante de la empresa en sus funciones de Coordinación del Soldeo. Esto es válido para la certificación en los niveles "CL-2" y "CL-4". Aparte de eso puede actuar como Coordinador Adjunto en todos los niveles, tal como se indica en el Anexo C de la Norma EN 15085-2 que ya está en vigor y traducida al español, la que podéis adquirir en AENOR.
También en la tabla 9 de la Norma DIN 18800-7, para la construcción de estructuras soldadas de acero, un "IWT" puede actuar como Coordinador de Soldeo en representación de la empresa para el nivel C, así como Coordinador Adjunto para los niveles "D" y "E" en los que el "IWE" es el Coordinador de Soldeo.
Pero he aquí la pregunta para los que están interesados en este tema. ¿Será posible que un "IWT" pueda responder satisfactoriamente a las preguntas que le hace IWE durante las auditorías al fabricante?. La respuesta es SI, pero siempre y cuando pueda demostrarlo. Obviamente un elemento que no está seguro de lo que aprendió, o que aprobó con las notas justas, no podrá representar a la empresa, pues el auditor le hará preguntas con las que se tendrá evidencia de los conocimientos del coordinador de soldeo para las funciones que tiene que desempeñar. Usted mismo no podría confiar en un coordinador adjunto que se pregunta a si mismo, sobre la finalidad de su propio título.
Es verdad que se aprende mucho de la práctica, pero cuando estudié en Alemania, aprendí un refrán que ahora les transmito:
"Teoría es cuando todo se sabe pero nada funciona”.
“Práctica es cuando todo funciona pero nadie sabe cómo, ni porqué”.
La teoría no puede separarse de la práctica, ni la práctica puede ignorar a la teoría, la fusión de ambas es lo que conocemos como tecnología.
Las directrices para la formación de los profesionales en el soldeo nacieron en Alemania, con las afamadas Normas DIN y los reglamentos DVS. Luego en las discusiones primero en el “Concilio Europeo Para la Cooperación en Soldadura” y más tarde con la “Federación Europea de Soldadura”, se tomaron muchas Normas DIN como modelo para el diseño de las Normas Europeas. Entre tantas normativas también se incluyeron las directrices para la formación y certificación del personal del soldeo, siendo los niveles EWE-European Welding Engineer; EWT-European Welding Technologist; y EWS-European Welding Specialist, los que antecedieron a los actuales niveles internacionales IWE; IWT e IWS.
En resumen, un IWT formado en España debería estar en el mismo nivel que uno de sus colegas formado en cualquier otro país de Europa, ya sea inglés, francés, alemán o italiano. Debería ostentar su certificación como un logro de su propio esfuerzo, debería sacarle brillo y debería intentar llegar a otras metas en su propia formación. Pero eso es utópico cuando una persona no ha tenido la suficiente pasión por aprender o por cultivarse la mente con conocimientos nuevos. El director de mi escuela secundaria me instruyó con un sabio pensamiento de Confucio. Siempre nos repetía a todos los estudiantes:
“Trata de llegar a las estrellas, súbete a la montaña más alta, empínate y trata de alcanzar a las estrellas, jamás lo podrás lograr, pero al menos, tu mano estará por encima de tu cabeza”
Tal vez este pensamiento suena a otra utopía, pero es un mensaje para quitarnos el desgano y la desidia de nuestra mente, para esforzarnos más en el estudio. Si la teoría no valiese para nada, no sabríamos cómo funcionan las fuentes de tensión constante ni las de corriente constante, pues no entenderíamos nada sobre la ley de Ohm. En lugar de hacer los cálculos de resistencia de materiales, encargaríamos a los brujos o a las pitonisas algunos conjuros para tener la esperanza de que los puentes y otras estructuras metálicas no fallen. Si la teoría no sirviese como muchos dicen, nuestro maestro Albert Einstein no habría pasado a la historia con la teoría de la relatividad, se habría jubilado como funcionario de la oficina de patentes de Berlín, o habría terminado en los campos de concentración de los nazis, si la teoría solo es para tirarla al tacho, Isaac Newton se habría comido la manzana en lugar de descubrir la ley de gravedad y Arquímedes no habría exclamado Eureka en la bañera, entonces la primera ley de la hidrostática todavía sería en una incógnita.
Otra pregunta para terminar, ¿Donde tenemos garantías para los cuidados de nuestra salud, en los centros médicos con profesionales cualificados, o en una sesión de curanderos? Lamentablemente, en pleno siglo XXI, la soldadura y otras tecnologías todavía son vistas como chapuzas en las que no se necesita estudiar, les basta con hacer el arco sin criterio, con proyecciones y acabado digno de las películas de terror, algunos creen hasta en supersticiones en lugar de cumplir con los principios de la prevención de riesgos laborales.
“La soldadura es la cirugía del metal” siendo necesario la formación y certificación de personal especializado en soldadura para el aseguramiento de la calidad en las construcciones soldadas.
Cordialmente,
Charles Vega Schmidt